Contra los despidos que pretende imponer la multinacional norteamericana Kraft-Terrabusi no sólo aquí, sino también en otros países de Latinoamérica donde embolsa sus millonarias ganancias, manifestamos nuestra solidaridad con esta lucha, apoyamos el boicot a los productos de Terrabusi y sumamos nuestra exigencia de:
- RETIRO INMEDIATO DE LAS FUERZAS POLICIALES DE LA PLANTA
- REINCORPORACIÓN DE TODAS LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DESPEDIDOS
¡¡ Huelga general, huelga general!! ... bueno bueno bueno...
...entrado el siglo XXI la realidad es mucho más compleja que la síntesis marxista del proletariado al poder y la huelga de la fábrica a la sociedad.
Los modos de protesta han llegado a irresponsables y cómodas consignas cómo "apaguemos la televisión 10 minutos" o "no mandemos mensajes de texto durante una hora"; pero en los más de 150 despidos por parte de la empresa Terrabusi-Kraft la protesta se basa en una amenaza e injusticia real, concreta.
No es una consigna volada contra "el calentamiento global de las potencias del primer mundo"; NO... Terrabusi-Kraft es una empresa con capitales sin patria, enamorada por el verde de los dólares; concreta y cotidiana, es nuestro día a día, lo encontramos en el consumo del kiosco del gordito de la esquina y en el super chino de acá a la vuelta.
La empresa multinacional Kraft nació hace 130 años, pero se hizo grande cuando le vendió al ejército de los EEUU millones de alimentos enlatados para la Primera Guerra Mundial, convirtiéndose así en una de las principales contratistas del gobierno de ese país. A partir de allí se dedicó a “alimentar” el sueño americano.
La sociedad se mantiene hasta el día de hoy. En las últimas elecciones la empresa decidió cotizar para la campaña de Obama. Como devolución de gentilezas, el nuevo presidente estadounidense ha elegido a Mary Schapiro, directiva de Kraft Foods, como directora de la Comisión de Valores, el organismo que controla a las empresas que cotizan en bolsa. Algo así como poner al lobo a cuidar el gallinero.
Semejante responsabilidad en las finanzas mundiales tiene una explicación. El propietario de la mayoría de las acciones de Kraft es hoy Warren Buffet, el hombre más rico del mundo y a la sazón asesor económico de Obama.
Kraft llegó a la Argentina en el año 2000, luego de comprar Nabisco co, otra multinacional de origen yanqui que desde el 81 a la fecha había adquirido a Terrabusi y Canale entre otras empresas nacionales.
Nabisco primero y ahora Kraft, Heredaron así parte del viejo emporio de los Terrabusi, que se dedicaron desde entonces a la cría de caballos pura sangre y al cultivo de soja. Pero antes amasaron fortunas. En los momentos en que esas fortunas parecían estar amenazadas, los Terrabusi no perdieron el tiempo. En febrero de 1976 fundaron la COPAL, la Coordinadora de Productos Alimenticios que promovió el lock out empresario de febrero de 1976, la antesala del Golpe de Estado en nuestro país.
¿Cosas del pasado? Para nada. Hoy la COPAL está encabezada por Jorge Zorreguieta, el Secretario de Agricultura de aquella dictadura sangrienta. Y es liderada por Kraft, que ha puesto como vicepresidente de la entidad a Alberto Pizzi. Podemos decir que los directivos de Kraft hacen honor a las tradiciones de su Club Social.
La terrible receta de Kraft arranca mucho antes de llegar a la fábrica. Para producir el chocolate, Kraft Foods adquiere las materias primas en Costa de Marfil (África). En esas plantaciones trabajan, según la denuncia de UNICEF, “miles de niños que son golpeados, maltratados y explotados. Lo que ocurre allí se llama lisa y llanamente esclavitud”. Ese es el verdadero origen de las ganancias de la empresa: millones de campesinos explotados, el saqueo de los recursos naturales y la explotación
La presidenta de la compañía, la pobre Rosenfeld, reconoce en la página de Kraft: “quiero ser presidenta de los EEUU”.
No sabemos si lo logrará, pero mientras tanto se ejercita apoyando golpes militares en otros países.
En Honduras está sucediendo uno, en estos momentos, sostenido por las fuerzas armadas, la Iglesia y las grandes empresas. Uno de los principales soportes del golpe es la Cámara de Comercio Hondureño-Americana (AMCHAM), entidad que manifestó su respaldo al nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti.
AMCHAM está presidida por el City Bank, Wall Mart y, como no podía ser de otra manera, por Kraft Honduras S.A.
En Argentina, Kraft forma parte de la versión local de AMCHAM. Comparte la dirección de la misma con Coca-Cola, Monsanto, General Motors y Ford, gente siempre entusiasmada en hacer buenos negocios, aplastando a cualquiera que se meta en su camino.
En su página web Kraft - y su dueño Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del mundo - parecen ni tener en cuenta que hay muchas familias que especulan si cenaran sólido o una sopa, hombres y mujeres que su único sustento es la solidaridad de los compañeros y su digna resistencia. Frente a esta situación, Kraft prefiere poner nenes limpios que sonríen y comen un delicioso Milka. Los despidos ni siquiera aparecen en su sección NOTICIAS...
Por esta hipocrecía y por la asquerosa codicia que mueve sus empresas, apoyamos el boicot a sus productos; y así como un día mi bisabuelo dejó de comprar hojas de afeitar Gillete porque le subieron el precio; yo dejo de comprar Terrabusi-Kraft.
Chocolates: Milka, Terrabusi, Rhodesia, Tita, Shot y Toblerone.
Galletitas: Terrabusi, Express, Cerealitas, Oreo, Pepitos!, Club Social y Mayco, entre otras.
Jugos en polvo: Tang, Clight, Verao.
Pastas secas: Don Felipe, Canale, Terrabusi y Vizzolini.
Royal: Es una de las marcas más reconocidas y tradicionales en la categoría de premezclas, en la que actualmente participa dentro de los segmentos de gelatinas, flanes, postres, bizcochuelos y polvos para hornear.
FUENTES:
pd: Los capitales internacionales sólo tienen tristes oficinas, tristes oficinas con direcciones... AQUÍ queda AMCHAM Argentina
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